La decoración vintage ha ganado gran popularidad en los últimos años. En especial, cuando se trata de adornar y amueblar los espacios de un hogar.
Pero hay que tener cautela, porque este tipo de diseños no son tan sencillos como pueden parecer. Un elemento mal colocado puede dañar la decoración por completo y pasar de vintage a anticuado de forma muy sencilla.
La diferencia entre ambos estilos puede no ser evidente desde un principio. Lo vintage no tiene por qué eliminar por completo algunos toques modernos. Al contrario, se trata de involucrar elementos del pasado que puede que nos traigan recuerdos en nuestro estilo de vida. Lo anticuado, además de romper la estética que se busca, puede que incluya elementos cuya funcionalidad ya ha expirado.
Los muebles
Si deseas reemplazar tus muebles por otros más acordes con el ambiente que quieres crear, es necesario que evalúes algunos factores. En primer lugar, debes considerar mantener tus muebles con algún añadido —como cojines nuevos o algún otro estampado—, pero si realmente deseas adquirir otros modelos de sillones, por ejemplo, asegúrate de que los muebles estén en buen estado.
Los muebles antiguos suelen ser incómodos, pues su tiempo de vida ya expiró. Por eso es recomendable optar por un estilo vintage, sin que los muebles hayan sido creados en otra década.
Tradición
Hay quienes optan por este tipo de decoración para mantener elementos tradicionales o simbólicos dentro de su hogar. Especialmente si se trata de decoraciones que han formado parte del grupo familiar durante décadas. Este tipo de elementos encajan a la perfección con una decoración vintage si se realiza de la forma adecuada.
Incluso en el caso de que no cuentes con un objeto de gran antigüedad, hay elementos tradicionales que pueden adquirirse con facilidad. Esto refleja respeto hacia la propia cultura, tiene un significado especial para cada persona y complementa el ambiente que deseas para tu hogar.